La síndica del PP en Les Corts, María José Catalá, ha asegurado que el encuentro de este miércoles entre los presidentes de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, y catalana, Pere Aragonés, ha sido «una reunión estéril que no vale para nada y de la que los valencianos no vamos a sacar nada».
A su juicio, este encuentro «se ha quedado en propósitos y se no ha materializado en medidas en firme». «Para pedir que se extiendan los Fondos Covid a 2022 no hacía falta reunirse con Aragonés ya que seguro que hay unanimidad en esta petición en toda España», ha sostenido la nueva portavoz ‘popular’.
Catalá ha indicado que Puig «debería dejarse de la Commonwealth que sólo él tiene en la cabeza y atreverse con Pedro Sánchez para pedirle lo que necesitamos los valencianos porque, Aragonés ha dejado bien claro que no se levanta de la mesa bilateral para negociar la financiación autonómica española».
En esta línea, ha calificado de «vergüenza» que el gobierno de Sánchez, con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, «le haya dado a Puig con la puerta en las narices hasta en tres ocasiones con la reforma de la financiación».
«Hay que exigir financiación, agua e infraestructuras, porque Ábalos iba de valenciano, pero no lo ha demostrado porque no hemos avanzado y seguimos como estábamos. Menos Commonwealth catalana y más pedir a Sánchez lo que necesitan los valencianos», ha reprochado.
Catalá ha recalcado a Puig que él es «presidente de la Generalitat no para ser telonero de Pedro Sánchez y de las prebendas que va a dar a los independentistas y nacionalistas de Cataluña, sino que es ‘president’ para pedir a Sánchez lo que necesitan los valencianos».
La portavoz ‘popular’ también ha lamentado el «silencio» de Puig ante la «reiteración» de Aragonés de la independencia de Cataluña. «Aragonés ha dejado claro que lo condiciona todo a la amnistía y un referéndum sobre la independencia y Puig en ninguna ocasión le ha pedido que desista de su actitud independentista», ha indicado.
Catalá ha lamentado que Puig «no haya aprovechado la reunión para exigir que Cataluña deje de apropiarse de las tradiciones valencianas», una cuestión «que se incrementa con el paso de los años y que nunca afea en público ni ante Aragonés, anteponiendo sus intereses políticos a la defensa de nuestras señas de identidad».
