La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes ha denunciado este lunes la «intimidación» que está sufriendo una alumna de un colegio de Málaga capital por llevar el hiyab durante las clases y han acusado al centro de «aislar» a la chica, de 14 años, y a su hermana. El colectivo ha puesto en conocimiento de la Junta de Andalucía lo sucedido a través de diversos escritos.
«El pañuelo, la religión y mis estudios son para mí lo más importante y no puedo hacer una cosa sin la otra», asegura la alumna, pero desde la asociación han asegurado que el colegio «se ha mostrado tajante e inflexible con permitirle tanto a ella como a su hermana llevar el hiyab, ya que aseguran que el régimen de funcionamiento y organización establece que no es posible hacerlo».
Desde la Delegación Territorial de Educación han informado de que el servicio de Inspección en Málaga ha recibido un escrito de la Asociación Marroquí y que el caso está en estudio en este momento, y han confiado en dar una respuesta «a la mayor brevedad posible».
Según un comunicado de la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes, el pasado 22 de febrero la familia, de nacionalidad egipcia, se presentó en la sede de la entidad para denunciar «un caso de islamofobia que estaban sufriendo sus dos hijas»; activándose desde la asociación el servicio de asesoramiento socio-jurídico que se enmarca dentro del Programa Nacional de prevención de la Islamofobia.
«A pesar del diálogo por parte de la Asociación Marroquí con varias instituciones, dos semanas más tarde, las dos alumnas siguen en la sala de recepción y no se les permite entrar en clase», han indicado.
En el comunicado, el colectivo explica que las hermanas se matricularon en el colegio La Goleta hace más de un año. Sin embargo, el pasado 10 de enero, «como medida provisional impuesta por el equipo directivo del centro, la hija mayor comenzó a vestir con gorro y bufanda».
Una semana más tarde, en una reunión del centro educativo con la familia, los padres trasladaron que sus hijas llevaban el velo por voluntad propia. «Asimismo, a fin de hacerlas cambiar de opinión, el centro les ofreció la ayuda de un profesor, también psicólogo. Una propuesta que la familia rechazó rotundamente», han apuntado.
El pasado 21 de febrero, la niña decidió quitarse el gorro y la bufanda y ponerse el hiyab «al tener calor y estar incómoda». Ese mismo día, según la asociación, «el equipo directivo decidió enviarla a la biblioteca donde permaneció durante toda la jornada lectiva aislada, excluida de sus compañeros y sin la posibilidad de avanzar en sus estudios».
«Durante su estancia en la biblioteca, según palabras de la víctima, no le mandaron tareas a realizar, siendo el único objetivo conocer las consecuencias de usar el hiyab en el centro. Una jornada que se saldó con la orden de que la alumna saliera por la puerta secundaria para que ningún familiar del centro la viera con el hiyab dentro de las instalaciones», han añadido.
Al día siguiente, según el presidente de la asociación, Ahmed Khalifa, que firma el comunicado, «desde dirección les ofrecieron un ultimátum: si la alumna decidía seguir llevando hiyab, tendría la obligación de permanecer en la biblioteca durante todo el curso académico o, en su caso, debería buscar otro centro educativo. A partir de ese día, el centro educativo obligó a la niña a permanecer en la sala de espera durante todo el horario lectivo, sin poder entrar a clase».
Los padres de la alumna están dispuestos a llevar el caso hasta el final para que otras familias «no tengan que volver a sufrir el acoso que han vivido sus dos hijas». «Su prioridad es además que reanuden sus estudios lo antes posible ya que han perdido más de dos semanas completas de clase e incluso exámenes», han lamentado.
La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes, a petición de la familia, ha intentado reunirse con el centro educativo para buscar alguna solución, «pero este ha rechazado cualquier intento de mediación».
Aun así, la asociación al considerar que es una decisión «discriminatoria que va en contra del código ético del centro educativo, se ha trasladado a Sevilla para reunirse con el Comité Ético de las Hijas de la Caridad, provincia España-Sur, que es el órgano que evalúa el cumplimiento del Código Ético de la institución, a fin de abrir un proceso de diálogo para garantizar la vuelta regulada a las clases de las dos hermanas».
El pasado 27 de febrero, la asociación solicitó la intervención de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Málaga, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, la Dirección General de Coordinación de Políticas Migratorias de la Junta de Andalucía y la Delegación del Gobierno de Málaga.
Por todo ello, la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes ha denunciado «la discriminación islamófoba que están sufriendo las dos hermanas» y han solicitado la «intervención inmediata» de la Junta de Andalucía «que es la máxima responsable de esta situación, permitiendo la reincorporación normalizada de las dos alumnas en el centro educativo, pudiendo realizar los exámenes que esta situación imposibilitó y teniendo la opción de recibir todo el conocimiento al que le han impedido el acceso».
«Consideramos que el uso del velo por parte de las personas musulmanas forma parte del ejercicio de los derechos fundamentales constitucionalmente reconocidos a toda persona: la libertad de conciencia y el derecho a la propia imagen», han asegurado en el comunicado hecho público este lunes.