La Universitat Politécnica de València ha lanzado un protocolo de ayuda a la población ucraniana que en la actualidad están vinculada con la institución. En total, la UPV cuenta con 92 alumnos de grado y máster con nacionalidad ucraniana, seis doctorandos, cinco estudiantes de título propio y un alumno de centro adscrito.
La comunidad ucraniana de la Politècnica también está formada por personal externo de los institutos (tres trabajadores), de investigación (dos PI); de la administración y los servicios (un PAS), de las empresas adjudicatarias de contrato del sector público (uno) y un becario asociado a un proyecto I+D+i.
A todos ellos se suman hasta 91 egresados que mantienen el vínculo con la UPV a través del programa Alumni, su red de titulados. En total hay 185 personas con nacionalidad ucraniana ligadas de una manera u otra con la institución académica.
Desde que se inició la invasión de Ucrania hace 12 días, esta universidad se ha puesto en contacto en tres ocasiones con su alumnado para ofrecerles apoyo en estos momentos tan difíciles, así como para informarles de las gestiones y las iniciativas en marcha.
El protocolo de ayuda abarca desde asistencia económica a servicios de atención psicológica. Los estudiantes pueden solicitar en cualquier momento una ayuda de acción social por causa sobrevenida, que forma parte del programa diseñado por la Politècnica para paliar situaciones de excepcional gravedad y proteger a los estudiantes que sufren un perjuicio económico grave que pueda dificultar la continuación de sus estudios. La convocatoria está abierta a lo largo de todo el curso.
También se les ha ofrecido también asistencia psicológica. El gabinete de orientación psicopedagógica universitario es el servicio de la UPV que brinda orientación de forma personal. Los especialistas del GOPU ayudan a los estudiantes no solo desde el punto de vista académico, sino también con una perspectiva integral para que, por ejemplo, puedan controlar la ansiedad y manejar el estrés.
Paralelamente, la universidad se ha ofrecido a poner en contacto a los estudiantes con la comunidad de ucranianos instalados en València, la tercera más numerosa en España después de las de Madrid y Barcelona.
El pasado viernes 4, el rector de la UPV, José E. Capilla, y el cónsul honorario de Ucrania en Valencia, Pablo Gil, mantuvieron una reunión en el campus de Vera a la que asistieron diversos vicerrectores. Fruto de esa sesión, la UPV ha articulado toda una batería de propuestas.
BASE DE DATOS DE TRADUCTORES
En primer lugar se ha constituido una base de datos de traductores para que estudiantes y personal con fluidez en ruso, ucraniano y español puedan acompañar al personal funcionario en todas las gestiones que se prevén: desde la atención del 112 en ucraniano que se está activando ante la potencial llegada de refugiados hasta una asistencia especializada en la tramitación de documentos legales, subvenciones económicas, ayuda psicológica o atención sanitaria. A este llamamiento ya han respondido 137 personas.
En segundo lugar se ha puesto en marcha en los tres campus una campaña de recogida de material sanitario y textil, alimentos no perecederos, productos de refugio y de higiene, así como equipos de comunicaciones (desde teléfonos móviles a ‘walkies-talkies’ o transmisores de radio). Todo lo recogido durante estos días se transportará a partir del viernes 11 a Feria València y, desde allí, el Gobierno lo hará llegar a la frontera con Polonia.
También se está reactivando el programa de micromecenazgo que se puso en marcha en 2020 cuando se desató la pandemia, que sirvió para paliar la dura situación económica que golpeó a las personas más vulnerables en el campus. Entonces, cerca de 400 miembros de la universidad realizaron aportaciones que superaron los 43.000 euros y alcanzaron a 51 beneficiarios. La UPV trabaja para relanzar esta iniciativa a la mayor brevedad con un objetivo económico aún más ambicioso.
Por último, la Politècnica está perfilando un programa de acogida de personal investigador ucraniano y, en el ámbito nacional, está liderando la redacción de un programa de becas para este colectivo.