Las aceitunas son ideales para acompañar un tentempié, colocar en una pizza o comerlas en una tabla con jamones y quesos. Las aceitunas siempre han sido especiales para darle color a las comidas, para pincharlas con un tenedor y compartir con amigos y familia.
En España, se pueden encontrar variedades de aceitunas con las mejores calidades y sabores de Europa. Teniendo una hermosa historia con los olivos, España brinda en su selección de aceitunas una gran atracción para el deleite gourmet. Una de las más destacadas es la marca Karina. La pasión por el sabor y por dar el mejor producto son algunas de las razones por las que en Alcantarilla, Murcia, se producen aceitunas rellenas de anchoa y encurtidos que son dignos de mencionar.
Karina, aceitunas y encurtidos
Fundado en 1975 por los socios Juan José y Pepe, la empresa Karina ha puesto su energía y compromiso en brindarle al público aceitunas y encurtidos elaborados con la excelencia de la tradición local sumada a décadas de experiencia, lo que resulta en un producto agradable, sabroso y de primera calidad. En la manufactura, la aceituna es cuidada y seleccionada a través de un riguroso proceso de separación y relleno, buscando siempre la más grande, de mejor textura y sabor.
La presencia de las aceitunas Karina en otros países
Pensando siempre en sus clientes, no han dejado un minuto de trabajar para que las aceitunas Karina lleguen a la mesa de todos sus consumidores, incluso a nivel internacional, llegando a países como Polonia, República Checa, Eslovaquia, Alemania, Reino Unido, Suecia, Filipinas, Colombia o Vietnam, donde la marca ya tiene consolidada la venta de sus productos.
De esta forma, el alcance de las aceitunas Karina se vuelve internacional y todos sus consumidores alrededor del mundo pueden experimentar el placer del olivo y tienen la posibilidad de probar aceitunas y encurtidos refinados y de excelencia, provenientes de Murcia. Por todos estos motivos, Karina se ha convertido en una marca de referencia en lo que se refiere a las aceitunas de mesa.
