Los restos autoritarios de la pandemia: pasaportes Covid y mascarilla en el transporte público

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Inmaculada Salcedo

Hace más de dos años, el coronavirus irrumpió en el planeta convirtiéndose en una pandemia. Para tratar de contenerlo, las principales instituciones impusieron restricciones de todo tipo que poco a poco se han ido retirando. Sin embargo, hay algunas que siguen vigentes como es el caso de la petición de los pasaportes Covid en los distintos aeropuertos españoles o el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público. Aunque la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) haya asegurado que estamos ante el fin de la pandemia, algunas instituciones españolas se resisten a levantar las restricciones aunque no tengan mucha eficacia.

algunas instituciones españolas se resisten a levantar las restricciones aunque no tengan mucha eficacia

Los aeropuertos españoles son de las últimas infraestructuras aeroportuarias de Europa que siguen pidiendo el pasaporte Covid. Este documento fue creado por la Unión Europea para certificar el estado de vacunación de los ciudadanos de los países miembros que querían viajar por el continente. Contiene datos personales y un QR identificativo que era necesario enseñar nada más aterrizar. Mientras muchos aeropuertos europeos han decidido retirar esta restricción, los españoles continúan pidiéndolos.

A parte del certificado Covid, también sigue vigente el uso de mascarilla en el transporte público. En el caso del metro de Madrid es obligatorio llevar cubrebocas dentro de los vagones mientras que en andenes, bocas y escaleras mecánicas no es necesario. Asimismo, en la red de autobuses municipales también es obligatorio llevar este accesorio que un día se volvió indispensable. Por el momento, las instituciones autonómicas que deben decidir sobre este tipo de transportes no han movido ficha y se niegan a no exigir la mascarilla en el transporte público.

Es importante reseñar que el resto de restricciones han sido eliminadas. Ya no hay limitaciones en cuanto aforo, ni tampoco existen las cuarentenas obligatorias en caso de haber tenido contacto con un positivo o tener el coronavirus. Tampoco hay restricciones en cuanto al número de comensales en hostelería y ya no hay que llevar la mascarilla en lugares públicos. Los eventos numerosos y el trabajo presencial han vuelto para quedarse.

Este levantamiento de restricciones alude a que la pandemia ya está en sus horas más bajas. El propio secretario general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó a Reuters, que ya se veía el final. «Todavía no estamos en ese punto. Pero el final está a la vista«, ha asegurado Tedros Adhanom Ghebreyesus pidiendo también cautela por la posible aparición de nuevas variantes. La OMS advierte que la Covid aún es una emergencia.

ANDALUCÍA CREE QUE ES PRONTO PARA RETIRAR LAS MASCARILLAS CONTRA LA COVID

Si algún Ejecutivo autonómico se resiste a acabar con las restricciones en el Gobierno andaluz. La portavoz del grupo de seguimiento del coronavirus del Gobierno andaluz, la doctora Inmaculada Salcedo, ha subrayado que la situación por la pandemia del coronavirus “ni de lejos es la que era”, toda vez que ha apuntado que “aún es pronto” para retirar las mascarillas en el transporte público o los centros sanitarios. En una entreviste en Canal Sur Radio, recogida por Europa Press, Salcedo ha afirmado que “afortunadamente se nota en hospitales, en los ingresos, y en los centros de salud”, con un verano en el que la situación por el coronavirus “es muy diferente”, aunque ha advertido de que “no nos vengamos arriba”.

Preguntada por la posibilidad de dejar de usar las mascarillas en el transporte público, hospitales o centros de salud, ha señalado que “aún es pronto”, porque simplemente “el hecho de que pueda haber alguna persona con síntomas en un espacio cerrado con acúmulo de gente podría generar un montón de contagios”. Y, sobre todo, “en puntos de urgencias de atención primaria y hospitalaria, cuando las personas llegan con sintomatología respiratoria, obviamente, todo el mundo debería usarla por responsabilidad individual y colectiva”.

Por otra parte, y cuestionado sobre la aprobación por parte del Gobierno de la creación de la Agencia de Salud Pública, Salcedo ha dicho que “era una necesidad”, al tiempo que ha añadido que en el caso de Andalucía “hemos demostrado durante la pandemia que adelantarse a los acontecimientos de alguna manera ha sido bueno”. Así, ha manifestado que “hay que prevenir y estar preparados”, porque “es más calidad de vida para el ciudadano y más barato para el contribuyente”. “Tenemos que adelantarnos y prevenir si no la sostenibilidad del sistema sanitario es complicada”, ha incidido, toda vez que ha asegura que “ha tenido que venir una pandemia para poner encima de la mesa muchas cosas”.

En este sentido, Salcedo ha destacado, además, que “hay que dotar a los servicios de salud pública de muy buenos sistemas para que la información fluya ágil y de calidad, porque de los datos de calidad se toman decisiones acertadas”. Por último, y sobre la posible ubicación de esta agencia en Andalucía, la experta ha subrayado que “a nivel personal quiero que sea aquí”, aunque ha precisado que con las plataformas online y el trabajo telemático “se puede hacer desde cualquier sitio”.