La DGT regula rigurosamente todo lo que sucede en la carretera. Cualquier comportamiento que se salga de la legalidad es sancionado por este organismo por lo que conviene saber cuáles son los entresijos a los que pueden someternos antes de llevarlos una sorpresa desagradable. Una de las razones por las que pueden multarnos es por llevar a un niño en el coche, pero no de cualquier manera. Hay diferentes formas en las que está permitido. En caso de no hacerlo de la forma en que se supone que debe ir protegido el menor estaríamos incurriendo en una falta grave que debería ser penalizada con una multa que nos haría ninguna gracia.
La protección de los niños depende de los adultos
El organismo entiende que un niño no es responsable de cuán protegido va, puesto que es responsabilidad de los adultos velar por su seguridad. Todos los niños que midan 1,35 metros o menos están obligados a ir sentados en un sistema de retención infantil homologado de acuerdo a su peso y altura. Esta silla ha de estar colocado en el asiento trasero. Solo podrán ir en la parte delantera en 3 circunstancias bien diferenciadas: el vehículo no tenga asientos traseros, todos los asientos traseros tengan otros menores que también estén en su correspondiente silla infantil y cuando no sea posible instalar en estos asientos los sistemas de retención infantil.
