Aunque el término «síndrome de la hermana mayor» es más conocido y se refiere a la tendencia de los primogénitos a ser hiperresponsables y autoexigentes, también existe una contraparte que se caracteriza por los complejos derivados de crecer en un entorno familiar desigual como se cree habría sido el caso de Leonor y Sofia.
El «síndrome de la hermana menor» o «síndrome de Pulgarcito», en referencia al famoso personaje infantil que demostró sus capacidades a pesar de su tamaño, se relaciona con una baja autoestima y la constante necesidad de validar la valía personal mediante acciones pretenciosas o disruptivas para llamar la atención. Esto es algo que podría haber ocurrido en la crianza de Sofía de Borbón.
2MAYOR CARGA EMOCIONAL
En el contexto de «La psicología analítica de Jung y sus aportes a la psicoterapia», el papel de Pulgarcito en el núcleo familiar adquiere una dimensión simbólica más profunda. Según la interpretación de Jung, el personaje de Pulgarcito representa a aquel individuo que, dentro de la dinámica familiar, se encuentra en una posición de desventaja o subestimación.
El miembro más joven de la familia, al ser asociado con la figura de Pulgarcito, suele llevar una carga emocional más pesada para compensar esa sensación de «baja estatura» o falta de reconocimiento dentro del grupo familiar. Esta carga emocional puede manifestarse como una constante necesidad de demostrar su valía, de ser reconocido o de encontrar su lugar en el sistema familiar.
Desde la perspectiva junguiana, este tipo de dinámica puede ser un reflejo de procesos internos más profundos relacionados con la construcción de la identidad, la autoestima y la búsqueda de equilibrio psicológico dentro de la familia y en la vida en general.
