El edil de Sanidad de Orihuela (Alicante), el ‘popular’ José Galiano, ha confirmado este lunes que el 6 de enero se vacunó en la residencia de san Francisco de la localidad porque «sobraron dos o tres dosis y se iban a desechar». «Estoy todo el día expuesto y en contacto directo con mucha gente por ser concejal de Sanidad», ha recalcado.
«Sobraban algunas dosis y los encargados de vacunar a los residentes me dijeron que me la podían administrar; yo les comuniqué que era el concejal, pero me advirtieron que yo un día podría estar en una residencia o en otra y que no pasaba nada si me la ponía», ha explicado.
En la misma línea, ha señalado que las vacunas se «iban a desechar» después de atender a todos el personal de las instalaciones y que «antes de tirarlas a la basura» decidió ponérsela. «No debería haber ningún problema, como no tirar alimentos si sobran», ha sostenido, para matizar que es enfermero de profesión y que no ejerce debido al puesto que ocupa en el consistorio.
Este concejal a la lista de cargos públicos que han recibido la primera dosis contra la COVID-19 pese a no pertenecer al primer grupo del plan de vacunación. En el caso de los ‘populares’, la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, ha garantizado este lunes que su partido abrirá un expediente informativo «si hay algún cargo que acepta la vacuna sin ser grupo prioritario», tras la reciente vacunación del alcalde de La Nucía (Alicante) y diputado provincial, Bernabé Cano, y el concejal de Sanidad, Manuel Alcalá.
La Conselleria de Sanidad también abrió investigaciones por otros casos de alcaldes vacunados en la Comunitat: los socialistas de Rafelbunyol (Valencia), Fran López, y El Verger y Els Poblets (Alicante), el matrimonio formado por Ximo Coll y Carolina Vives.