Iván Redondo se labra su retiro dorado en el mundo de la consultoría gracias a sus amigos políticos

Reciclarse después de la política no es fácil. Sobre todo si has ocupado uno de los altos cargos del Gobierno de España dentro del Palacio de La Moncloa. Este es el caso del que fuera jefe de gabinete del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El «todopoderoso» Iván Redondo perdió su cargo tras no lograr la ansiada reunión del presidente del Gobierno con el líder de los Estados Unidos Joe Biden. Ahora, está tratando de reciclarse en el mundo de la consultoría estratégica. Para abrirse paso en esta nueva etapa profesional, Iván Redondo está tirando de amigos políticos y personas influyentes con los que comparte encuentros prácticamente a diario. Sin embargo, de cara a los medios de comunicación, Redondo prefiere tomar distancias y mantenerse con un perfil bajo para evitar así que sus apariciones públicas perjudiquen sus nuevas labores dentro del mundo de la consultoría.

Iván Redondo es un habitual de los reservados de los restaurantes madrileños. Según fuentes cercanas al que un día fue el presidente en la sombra aseguran que es frecuente encontrarle comiendo con políticos de alto nivel con los que está tratando de instaurar relaciones profesionales orientadas al mundo de la consultoría. Los que le conocen aseguran que Iván Redondo es un estratega nato por lo que un futuro profesional como consultor podría ser exitoso.

Lo que sí tiene claro Iván Redondo es que no quiere salir en los medios de comunicación. Retirados de los focos, el que fuera jefe del gabinete de Pedro Sánchez ha decidido no aparecer en ningún medio. Solo así conseguirá el perfil bajo que está tratando de llevar a cabo para que sus negocios en el mundo de la consultoría salgan adelante.

no quiere salir en los medios de comunicación

Tal es el perfil de anonimato que desea que por tener no tiene ni cuenta de WhatsApp. Todas las actuales comunicaciones con Iván Redondo deben hacerse a través de sms ya que no tiene la aplicación de mensajería móvil descargada en su teléfono. Sin WhatsApp, ni querer aparecer en los medios de comunicación, Iván Redondo afronta una nueva etapa profesional abrazando el mundo de la consultoría estratégica. Eso sí, con ayuda de sus lazos políticos y personalidades influyentes que en muchos casos conoció durante su mandato en La Moncloa.

LA CAÍDA DE IVÁN REDONDO

Hubo un punto de inflexión que supuso el hundimiento del jefe de gabinete de Presidencia del Gobierno, Iván Redondo. No fue la crisis con Marruecos, ese pato lo ha pagado la exministra de Exteriores Arancha González Laya. Tampoco los choques internos por el partido, ese lo ha pagado el ya extitular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana José Luis Ábalos. Ni siquiera el copar de irrelevancia mediática todo el ministerio, pato que abonó quien tenía la cartera de Ciencia, Pedro Duque. Lo que ha hundido a Redondo ha sido un paseo de 20 segundos junto al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y unas expectativas elevadas que han tocado la fibra sensible del líder socialista, Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez Joe Biden
Pedro Sánchez y Joe Biden

Ni siquiera quien aseguraba en sede parlamentaria que se tiraría por un puente por su presidente ha sido capaz de mantenerse en el Ejecutivo. El gurú de Sánchez llevaba tiempo que no atinaba y, tal y como aseguran fuentes del PSOE, el presidente se ha cansado de jugar a ser una agencia publicitaria con forma de Gobierno que se dedicaba a anunciar las cosas a bombo y platillo para inflar los éxitos electorales. Por supuesto, el paseíllo con Biden fue el punto de inflexión, pero Redondo parece que llevaba meses cavando su tumba con sus movimientos internos para hacerse con el control de todo lo que tuviera a mano y para convertirse en el único y exclusivo interlocutor con Sánchez.

Las fuentes aseguran que hay más sorprendidos dentro del PSOE que fuera. Nadie consideraba que Redondo estuviera tan tocado. Solo lo explican asegurando que Sánchez tiene una única obsesión dentro de su agenda como presidente del Gobierno: la internacional. Tal y como relatan las fuentes a MONCLOA.com, lo cierto es que Sánchez no solo es un obseso de los viajes internacionales para codearse con sus homólogos de otros países y para alojarse en buenos hoteles con el despliegue de seguridad pertinente. El presidente socialista es un “obseso” de su agenda internacional y más con lo que respecta a Estados Unidos. Su referente político, según cuentan desde su partido, es el expresidente del EE UU Barack Obama. Y lo es hasta tal punto que incluso copió su estilo en sus primeras campañas electorales como candidato. La humillación pública e internacional que sufrió con Biden no la perdona y Redondo es quien ha pagado el pato tanto por su gestión como por haber dado más bombo y platillo del necesario a un paseo que hubiera quedado bien si no se hubiera comentado nada previamente.