Exteriores trae más refugiados afectados por el terremoto a la base de Torrejón

La Base Aérea de Torrejón de Ardoz está viendo cómo estos días salen aviones humanitarios hacia Turquía. El objetivo es traer refugiados afectados por el terremoto que tanto ha afectado a la frontera entre Turquía y Siria, pero ha llamado la atención en el Gobierno el silencio con el que se están haciendo estas operaciones humanitarias. Los aviones aterrizan en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas y de ahí viajen directamente en un vuelo más que corto a Torrejón de Ardoz para después ponerse manos a la obra y salir a Turquía de nuevo. En estos aviones con matrícula turca vienen tandas de en torno a 90 refugiados cada vez y es el Ministerio de Exteriores quien los coordina.

Los procesos de colaboración del Gobierno de España con Turquía no va tan mal como se esperaba. De hecho, el Ministerio de Exteriores, en colaboración con el de Defensa, está coordinando el paso de los aviones tanto por el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas como por la Base Aérea de Torrejón de Ardoz. Estos aviones se coordinan entre estos dos aeropuertos par reposicionarse y mandar de nuevo el aparato a Turquía en busca de la ayuda humanitaria. Los compromisos del Gobierno de España en este caso se están cumpliendo y siguen llegando refugiados.

España se ha comprometido en un principio en acoger nada menos que a a 106 personas afectadas por los terremotos de Siria y Turquía. Esto es motivo de cierto orgullo entre el Ministerio de Exteriores y el propio Gobierno por el hecho de que se consideran que somos el país más rápido en asumir a estos refugiados. No son muchos dada la magnitud de la tragedia. De momento, se han contabilizado más de 50.000 muertos por el terremoto más grave que ha vivido el continente en las últimas décadas. Estos vuelos, aún así, no hay previsión de que vayan a desaparecer.

CADA VEZ MÁS REFUGIADOS

Misiones Salesianas ha advertido este viernes del crecimiento de número de refugiados y pone como ejemplo la situación que describe su misionero Gabriel Jesús, que trabaja en Pakistán: «Hay más de 10.000 afganos en la frontera».

La entidad señala que, desde que comenzó la crisis en Afganistán, miles de personas se han dirigido a la frontera de Pakistán, en donde ya viven 1,5 millones de afganos, huyendo de los talibanes. Los misioneros salesianos se han puesto manos a la obra desde un principio para ayudar a cientos de familias que dejaron todo atrás por el conflicto.

Misioneros Salesianos destaca que Afganistán es un punto sensible, pero también recuerda a las miles de personas que han salido de Haití, por la violencia y la pobreza; de los millones de venezolanos que han huido de su país o la crisis migratoria en Centroamérica.

«Todo esto cuando el Papa Francisco nos recuerda la necesidad de ir ‘hacia un nosotros cada vez más grande’ en la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado», apunta la organización.

82 MILLONES DE PERSONAS LEJOS DE SU PAÍS

En la actualidad, señala, más de 82 millones de personas en el mundo viven lejos de sus lugares de origen y, de ellos, el 40% son menores, mientras que más de 30 millones se encuentran en otros países, es decir, son refugiados. En concreto, explica, el 1% de la población mundial se encuentra desplazada y cada día 37.000 personas se ven obligadas a abandonar sus hogares por la violencia o los desastres naturales.

Ante estas cifras, Misiones Salesianas se han unido a la llamada de ir «hacia un nosotros cada vez más grande» del Papa, con el objetivo de vivir en un mundo más inclusivo, humano y solidario. «No podemos dejar a nadie atrás, y menos por el hecho de buscar un futuro mejor para sus familias cuando en sus países es imposible por la violencia o por la pobreza», ha explicado la portavoz de la organización, Ana Muñoz.

Los misioneros salesianos atienden a más de 400.000 personas refugiadas y desplazadas en el mundo. Trabajan en campos como el de Kakuma, en Kenia, o Palabek, en Uganda, pero también atienden a personas en las fronteras como la de México con Estados Unidos o en Colombia o Perú, con los refugiados venezolanos.

Del mismo modo, trabajan en Egipto con refugiados sursudaneses, en Turquía con afganos, sirios y paquistaníes y en Europa ofreciendo alternativas a las personas que llegan con dificultades, sobre todo a los menores no acompañados.