El exitoso lanzamiento de Podemos se cimentó en el descontento social que provocaron la crisis de 2008 y una corrupción sistémica que ya había llevado a miles de jóvenes a las calles en el 15-M. La constante presencia de Pablo Iglesias en diversas tertulias televisivas otorgó a la formación morada una envidiable presencia mediática que menguó con la crisis catalana.
Pero ahora el indispensable apoyo del partido al Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a colocar a Podemos en la primera línea de fuego política y para la triple cita electoral de mayo será de vital importancia un mapa mediático recién renovado tras los cambios ejecutados en RTVE o Prisa.
Aun así a Pablo Iglesias le falta ‘su televisión’ y Jaume Roures, votante confeso de la formación morada, podría hacer el resto. Y es que Mediapro ha llegado a un acuerdo con TEN para proveer de contenidos a la señal propiedad de una filial del Grupo Secuoya.
¿’TELEPODEMOS’ A LA VISTA?
TEN es el canal menos visto de la TDT y su coste ha supuesto un agujero económico para Secuoya en los dos últimos años. Sin embargo esta situación revertirá de la mano de Jaume Roures, que ya controla otros canales como GOL o BeIN Liga, amén de encargarse de la producción de Real Madrid TV.
El magnate trotskista además provee de contenidos a RTVE y a la mayoría de las televisiones autonómicas, produce once horas diarias en La Sexta (con un contrato pendiente de renovación), y mantiene acuerdos publicitarios con Mediaset.
Pero ahora podría rematar su sueño: recuperar la señal generalista en abierto que perdió tras la venta de La Sexta. Para ello TEN podría reforzarse con espacios que emite Público TV: el espacio de entrevistas ‘Otra vuelta de Tuerka’, conducido por Pablo Iglesias, y el late-show diario ‘En la frontera’, que presenta el fundador y gurú de Podemos, Juan Carlos Monedero.
PABLO IGLESIAS Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
En un libro publicado por Jacobo Rivero en 2014, Pablo Iglesias explicaba la importancia de tener medios de comunicación afines tras advertir el largo invierno mediático que había sufrido Izquierda Unida, carente de apoyos en periódicos y televisiones.
El secretario general de Podemos desvelaba sus pretensiones: «Los medios de comunicación, por lo menos una parte, tienen que tener mecanismos de control público (…) Si el derecho a la información es un derecho democrático, la concentración de la propiedad es incompatible con ese derecho».
Y añadía: «No puede ser que algo tan importante, y de interés público, imprescindible para la democracia, como son los medios de comunicación, esté solo en manos de multimillonarios». Es decir, Iglesias tenía la intención de ‘asegurar la independencia’ de los medios con control gubernamental.
Cierto es que estas pretensiones levantaron gran polvareda porque medidas similares se tomaron en algunos países sudamericanos de referencia para Pablo Iglesias en la confección de Podemos hace cuatro años y medio.
Ahora estas intenciones se han guardado en un cajón para Podemos, que ya no habla del control gubernamental para «dar libertad a los periodistas». Estas intenciones ahora se guardan en el cajón del olvido.
Iglesias se preguntaba: «¿Por qué no va a existir una regulación que garantice la libertad de prensa en el mejor sentido del término, sin condicionantes de empresas privadas o de la voluntad de partidos políticos? La sociedad civil tiene que verse reflejada con independencia y veracidad en los medios de comunicación».
«¿Por qué no va a existir una regulación que garantice la libertad de prensa en el mejor sentido del término, sin condicionantes de empresas privadas o de la voluntad de partidos políticos?»
La intención del líder de Podemos era tener medios afines, porque según su tesis los ciudadanos no militan «en partidos políticos, la gente milita en los medios de comunicación. Una persona es de La Razón, de El País, de la COPE o de la Cadena SER. Son mucho más importantes las tertulias en televisión que los debates en el Parlamento».
Ahora Iglesias podría tener una nueva televisión afín en la que podría tener su propio espacio de entrevistas. El secretario general de Podemos nunca ha ocultado que cuando aparque su carrera política le gustaría dedicarse a la presentación de espacios televisivos, ¿en TEN?
