El azúcar es el nuevo tabaco para la salud pública. Pero peor aún porque está presente en un montón de productos y encima nos encanta. El azúcar no solo es responsable del aumento de peso, también está detrás del incremento del riesgo de enfermedades como diabetes tipo 2, trastornos metabólicos e incluso algunos tipos de cáncer. Además, puede generar adicción, por eso se ha convertido en un problema serie. Ciertos médicos todavía niegan que exista tal cosa como adicción al azúcar, pero la mayoría de las personas hemos experimentado este fenómeno fisiológico de “necesitar” algo dulce.
CÓMO ACTÚA EL AZÚCAR EN EL CEREBRO
Los productos muy azucarados provocan en el cerebro un incremento de la dopamina, un neurotransmisor que modula las respuestas del centro de recompensa y nos provoca una fuerte sensación de placer para incentivar que queramos repetir esa acción. Por eso, cuando comemos azúcar tendemos a querer más, y a menudo en mayor cantidad para conseguir el mismo efecto. Si además el consumo de dulce se lleva a cabo en momentos de bajón emocional, el efecto adictivo aún puede ser mayor. Si te identificas como una persona golosa, pero no tienes claro si lo tuyo es adicción, presta atención a los siguientes síntomas.
