En un mundo donde la realeza a menudo se encuentra en el centro de la atención mediática por cuestiones de protocolo, la Reina Letizia de España ha sorprendido una vez más al encabezar una lección de humildad que ha dejado perplejos a sus detractores. En un acto que trasciende las fronteras de la realeza y se adentra en el ámbito humanitario, Letizia ha tomado la palabra en la sede de las Naciones Unidas para abogar por una causa que toca el corazón de millones de personas en todo el mundo: las enfermedades raras.
Lo más sorprendente de esta intervención es que la Reina no lo hizo desde un lujoso escenario internacional, sino desde la modestia de su propio hogar, el Palacio de la Zarzuela, a través de un vídeo grabado hace algunas semanas. Este gesto, que algunos califican como un acto de autenticidad y humildad, ha encrespado a sus detractores y ha resonado con fuerza en la opinión pública, reafirmando la creencia de que Letizia está dispuesta a utilizar su posición privilegiada para dar voz a los más vulnerables.
1De Londres a Nueva York: Letizia aboga, desde la humildad, por las enfermedades raras
En un día de intensa actividad y compromiso global, Letizia ha demostrado su incansable dedicación a causas fundamentales. Por la mañana, en la capital británica, la Reina participó en el acto central del Día Mundial de la Investigación en Cáncer, destacando su apoyo a la lucha contra esta enfermedad. Sin embargo, unas horas después, cambió su enfoque para abordar otra cuestión vital: las enfermedades raras.
Lo hizo de manera virtual, en un discurso que duró poco más de dos minutos y medio, en el cual instó a la Organización Mundial de la Salud a tomar medidas concretas. Letizia resaltó la importancia de una resolución de la OMS que comprometa a los países miembros a compartir acciones ya en marcha y forjar un camino sólido hacia la equidad en la atención a las enfermedades raras.
