En el mercado, existen un sinfín de productos femeninos para la higiene, sin embargo los médicos desaconsejan el uso de duchas vaginales. Este método de limpieza consiste en enjuagar la vagina con agua u otro líquido, y aunque muchas personas lo utilizan, los especialistas de la salud lo consideran realmente dañino para las mujeres.
Las duchas vaginales se crearon con el propósito de asear la cavidad vaginal y evitar la producción de flujos. Sin embargo, esto afecta la función natural de la zona íntima femenina, lo que puede generar consecuencias graves que pongan en riesgo la salud. Aquí te explicaremos por qué los médicos no recomiendan el uso de este tipo de productos vaginales.
Por esta razón los médicos desaconsejan el uso de duchas vaginales
Lo primero que debemos comprender es que la vagina alberga una comunidad compleja de bacterias que son beneficiosas para mantener el equilibrio natural de PH. Cuando usamos duchas vaginales, se eliminan estas bacterias positivas, lo que deja el campo libre para el crecimiento de bacterias que son dañinas y pueden provocar infecciones como la vaginosis bacteriana o la candidiasis. Este desequilibrio puede ser difícil de tratar cuando el uso de estos productos es frecuente y las infecciones se vuelven recurrentes.
Por otra parte, las duchas vaginales incrementan el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual. Al alterarse el equilibrio natural de la vagina, el organismo es más vulnerable a las infecciones de transmisión sexual como el VIH, la gonorrea o la clamidia. Por si esto fuera poco, estos productos también disminuyen la fertilidad, ya que el entorno vaginal se ve alterado y esto impide la supervivencia de los espermatozoides. En este sentido, usar estás duchas puede tener diversas consecuencias.
¿Cuál es el método de limpieza que recomiendan los médicos para la zona íntima?
Tener una buena higiene femenina es fundamental para tener una excelente salud. Por eso, los médicos brindan diversas recomendaciones para tener un lavado adecuado. En primer lugar, los especialistas recomiendan hacer una limpieza dos veces al día, una durante la mañana y otra por la noche. Puede haber más de dos lavados en caso de sudar mucho o estar en la fase menstrual del ciclo.
Además, es muy importante utilizar un jabón íntimo específico para la zona con un pH ácido que vaya entre los 4.5 y 5.5 para garantizar el equilibrio natural. El aseo debe realizarse únicamente en la parte exterior de la vulva, que incluye labios mayores y menores. Jamás debes introducir jabón dentro de la cavidad vaginal, ya que esto puede remover bacterias sanas y provocar irritación.
