El borrador de la Renta 2023 es solo una radiografía fiscal del contribuyente a cierre del año 2022, el anterior al ejercicio sobre el que tributan los impuestos. En este sentido, la Agencia Tributaria no conoce los datos ni tampoco los cambios fiscales que ha podido sufrir el declarante a lo largo de los siguientes doce meses.
Sin embargo, entrega una documentación que ha podido quedarse obsoleta y delega toda la responsabilidad en quien debe cumplimentarla correctamente. En caso de errores y omisiones, el fisco impone una serie de multas y sanciones elevadas y que pueden alcanzar el 150% de la cantidad no declarada, junto a los intereses de demora y una más que segura inspección fiscal de años anteriores, con un máximo de cinco ejercicios.
EL EXCESO DE CELO DE HACIENDA EN LA RENTA 2023
No obstante, cabe señalar que la Agencia Tributaria se ha excedido a la hora de imponer multas a los contribuyentes que han cometido errores sin intencionalidad delictiva o defraudatoria, tal y como han sentenciado los tribunales. La figura de Xabi Alonso es un ejemplo de ello, con cinco batallas ganadas contra toda la maquinaria del fisco. El entrenador del Bayer Leverkusen, campeón de la Bundesliga sin encajar ni una sola derrota en el curso, también destrozó la tesis de la Agencia Tributaria y de la Fiscalía a la hora de realizar la Declaración de la Renta de los ejercicios 2010, 2011 y 2012.
El mejor entrenador de la liga alemana mostró una defensa inédita hasta ahora en España. Los futbolistas y sus representantes siempre han llegado a acuerdos con Hacienda a la hora de abonar multas y sanciones con el fin de cerrar los casos. Pero Xabi Alonso se cargó de razones para evitar los dos años y medio de prisión que pedía la Fiscalía, junto con el pago de una cuantiosa multa más los intereses de demora. El exfutbolista del Real Madrid se mantuvo firme ante las acusaciones y peleó en todas y cada una de las instancias judiciales, hasta que el Tribunal Supremo le dio la razón.
EL CASO DE XABI ALONSO, UN EJEMPLO PARA LA RENTA 2023
Y es que, a pesar de haber cedido sus derechos de imagen a una sociedad con sede en la isla de Madeira, Alonso no tuvo la intención de ocultarlo a la Agencia Tributaria. No se actuó de mala fe, resumió el alto tribunal. Y es que, tal y como expone la justicia, para imponer una sanción se exige la «existencia del elemento subjetivo sancionador».
Las pruebas aportadas por el fisco y la Fiscalía arrojaban serias dudas sobre el ánimo y la voluntariedad de defraudar por parte de Xabi Alonso. Por este motivo, el contribuyente tenía «derecho al error», como si una acción involuntaria se refiere. Y es que Alonso no tuvo ningún beneficio económico por estas Declaraciones de la Renta. En este sentido, la Agencia Tributaria debe mostrar una imagen diferenciada entre defraudadores y quienes tratan de retorcer la normativa para ahorrarse parte de la factura fiscal y esquivar al fisco de forma fraudulenta.
Cabe señalar que el propio Tribunal Supremo ya ha tumbado una de las sanciones más comunes de la Agencia Tributaria y en esta campaña de la Renta 2023 no tiene visos de cambiar la tendencia.
Aún no se ha establecido la jurisprudencia, pero el espíritu de Xabi Alonso podría iniciar los cambios para que la Agencia Tributaria pueda trabajar desde la presunción de inocencia desde el momento en el que se presenta la Declaración de la Renta en vez de un sentimiento de culpabilidad, donde un simple error es visto como un intento de fraude. Cabe recordar que la Agencia Tributaria pierde uno de cada dos juicios, o lo que es lo mismo, los contribuyentes ganan el 50% de las veces.
LAS MULTAS DE HACIENDA NO SIEMPRE ESTÁN JUSTIFICADAS
En la Declaración de la Renta 2023, no obstante, Sin embargo, una declaración incorrecta o la omisión de ciertos detalles pueden acarrear multas severas por parte de Hacienda. Las sanciones varían en función de si el contribuyente advierte antes que Hacienda del error o de si la Declaración sale a pagar o cobrar lo pagado de más al fisco. También depende de la cuantía supuestamente defraudada.
la Agencia Tributaria pierde uno de cada dos juicios, o lo que es lo mismo, los contribuyentes ganan el 50% de las veces.
La Agencia Tributaria multa con 100 euros, con posibilidad de reducción por pronto pago, por un simple error, un hecho que los jueces podrían tumbar a tenor de las sentencias emitidas hasta ahora. Y es que, sin intencionalidad no hay posibilidad de sanción. Si la declaración resulta a devolver y se presenta fuera de plazo, la multa alcanza los 150 euros; mayor es la cuantía si sale a pagar, con multas que pueden alcanzar los 3.000 euros o del 50% de la cantidad no declarada. A partir de los 3.000 euros, las faltas van en aumento y suponen castigos de entre el 100% y el 150% en el caso de las sanciones muy graves.
Incluir deducciones que no corresponden en la Declaración de la Renta 2023 también conlleva sanciones, que alcanzarían el 15% del importe que no corresponde.
EL BORRADOR DE LA RENTA 2023, OBSOLETO
Cabe señalar que el borrador puede modificarse durante la campaña de la Renta 2023, que expira el próximo 1 de julio. Las rectificaciones pueden realizarse mediante una declaración complementaria, pero siempre antes de que la Agencia Tributaria haya advertido el error.
La multa en esta Renta 2023 alcanza, además, entre los 150 y los 250 en caso de no cumplimentar debidamente los datos personales. De esta forma, el contribuyente debe comprobar todos y cada uno de los datos proporcionados por la Agencia Tributaria, que considera el borrador de la Renta 2023 como un documento estimatorio. Y es que, el responsable del documento ha podido cambiar de domicilio, de estado civil o haber recibido una herencia, entre las numerosas opciones que han podido producirse a lo largo del pasado año.
Obviar patrimonio en la Declaración de la Renta 2023 conlleva una sanción que puede alcanzar el 150%, como no haber declarado los ingresos por alquiler, criptomonedas odividendos de acciones, entre otros bienes inmuebles o mobiliarios. A esta cuantía hay que sumarle los intereses de demora. En estos caso, los inspectores fiscales, además, suelen rebuscar en ejercicios anteriores los mismos errores, un hecho que eleva los importes de las cuantías e incluso podrían demandar penalmente. En el caso de no declarar las criptomonedas, las multas alcanzan entre los 300 y 20.000 euros, como mínimo.
